Con esas palabras nos recibió el encargado del Estadio Nacional de Santiago. Es que aquel arco fue testigo de los goles de Spencer, Morena y Aguirre en las 3 Copas Libertadores que ganamos en el país trasandino. Hablar de Chile es hablar de la más rica historia del Club Atlético Peñarol. Fue en esa cancha donde los capitanes carboneros alzaron la copa del mejor del continente, y sentíamos que teníamos una cita obligada con la historia y gloria de nuestro club. Hubiésemos querido que el partido ante la Universidad Católica por los cuartos de final de la Copa Libertadores 2011 se disputara en el escenario más importante de Chile, para poder ver a Peñarol pisando ese campo de juego que tanta gloria nos trajo, pero lamentablemente el partido fue fijado en San Carlos de Apoquimbo. De todas formas nos sacamos el gusto, y unos 90 hinchas fuimos a aquel estadio, para respirar un poco de la mística de Peñarol. Afortunadamente, al año siguiente pudimos ver a Peñarol jugar nuevamente en esa cancha, aunque el resultado no fue positivo.

Recorrimos la pista alrededor de la cancha, colgamos los trapos y banderas y sacamos fotos en las tribunas. Dentro de nuestros viajeros estaba Obdulio Trasante, protagonista de la final de 1987, quien dijo unas palabras para todos los hinchas. Pensándolo abstractamente, es simplemente un arco más de fútbol, pero nosotros los carboneros sabemos que en él se marcaron varios de los goles más importantes de nuestra historia. Estaba cargado de una energía especial, y por más que me esmere tratando de plasmar esa sensación en estas palabras, no voy a poder transmitir lo que sentí aquella tarde.

Estábamos en la segunda casa de Peñarol, porque después de Uruguay, Peñarol es Chile. Queremos agradecer a las autoridades del estadio que nos permitieron emocionarnos y erizar la piel, y sobre todo a Cristian y los demás muchachos de la Peña de Chile que estuvieron con nosotros en todo momento para hacer que nuestra estadía sea impecable.

Hoy se cumple un nuevo aniversario de la conquista de la 5ta Copa Libertadores de América, cuando en la agonía del partido, la Fiera Aguirre nos dio uno de los momentos de mayor gloria del club. Pero no es un aniversario más, ya que desde aquel día puedo decir con propiedad «yo estuve ahí».

Rodrigo Misa