Día 6: Llegó el día anterior al partido y ya estamos en Caracas. Decidimos pasar por el hotel de los jugadores. Tremendo hotel, se llama Hotel Gran Meliá Caracas. Pasamos toda la tarde en el hotel, con los jugadores y allegados que viajaron. También averiguamos horarios del reconocimiento del estadio para poder ir a ver la práctica de la noche. En este momento del viaje se sumó un personaje más al grupo, arribó a la ciudad a ver el partido el conocido “Satanás Manya” que vino directo desde New York.

Fuimos a conocer el estadio al igual que hicieron los jugadores. El estadio Olímpico de la UCV (Universidad Central de Venezuela) se encuentra dentro de una ciudad universitaria y tiene una capacidad de 30 mil personas. No sabemos por qué motivo no es cuidado por policías, sino que tienen una seguridad contratada para ese trabajo; la policía tiene prohibido entrar al lugar.

Llegamos y ya vimos que había hinchas de Caracas en la tribunas, por eso mantuvimos un perfil bajo, tranquilo, sin provocar para evitar roces al pedo, simplemente fuimos a ver a nuestros jugadores. En la tribuna seríamos 15 a reventar viendo la práctica tranquilos charlando del viaje y del estadio. Vimos el entrenamiento todos juntos, una práctica tranquila, distendida, donde se hizo una entrada en calor, jugaron unos “monitos” y después fútbol en espacios reducidos en mitad de cancha. Se trabajó en los centros y en definición antes de finalizar la práctica. Fue todo bien tranquilo, sobre todo para conocer el terreno donde se juega esta noche.

Se terminó la práctica y se veía que había más hinchas del Caracas y a la mayoría los retiraron porque no podían ver la práctica. Eran alrededor de 100 y se percibía que iban a armar algo, por eso se habló con Osvaldo Giménez para poder salir todos juntos a lo cual tuvimos una respuesta negativa. Entonces salimos igual por la nuestra, y en ese momento empiezan a arrojarnos piedras y botellas. La seguridad no hizo mucho y tuvimos que volver a la tribuna ante la lluvia de proyectiles. Por suerte no hubo ningún lesionado; algún compañero se peleó pero sin ser agredidos. Para que la familia en Uruguay esté tranquila que estamos todos bien de bien, podía haber sido muy grave por la cantidad de piedras pero por suerte no tuvieron puntería.

Volvimos y los jugadores se portaron 10 puntos, el Lolo, Aguiar, Darío, Valdez y los demás nos hicieron subir al ómnibus aunque los dirigentes no querían. Ahí salimos todos juntos sin problemas, el bondi no sufrió ataques porque salimos por otro lugar.

Es increíble que haya gente que puede llegar a pensar que pueden ganar un partido por tirarle piedras a un ómnibus o a un grupo de hinchas. Los partidos se ganan en la cancha y este ataque hasta te hace sacar más fuerzas. Para poder influir en los jugadores hay que alentar y eso lo vamos a hacer esta noche hasta quedar afónicos.

Ya se vendieron más de 200 entradas para el sector de Peñarol: nos dan una popular y una platea. Ojalá no pase de nuevo lo de ayer ya que seguramente vayan muchas familias uruguayas con niños y no está bueno que lastimen a alguien con una pedrada. Hoy vamos a dejar la garganta en la tribuna, por todos aquellos que no pudieron venir y por los pibes que desde arriba siempre alientan al Padre y Decano.

PEÑAROL PEÑAROL!!