clasico
Una vez más, y como hace siete años, Los Pibes del Palacio vuelven a recurrir a los más de un millón y medio de hinchas del Decano del Fútbol Uruguayo.

No es un clásico más, ya que además de volver a tener solamente una tribuna y media, el equipo no viene en su mejor momento y eso repercute en el ánimo de cada uno de nosotros, que depende en gran parte de lo que pasa en la cancha cada fin de semana. Sin embargo, cada vez que se acerca un nuevo clásico, se nos olvidan los resultados y las calenturas de los fines de semana, y se vuelve a trabajar para que la tribuna sea una fiesta. Las medidas del Ministerio del Interior no ayudan, y las opciones son cada vez menos, pero con ingenio y amor al club, todo se puede lograr.

Es por esto que solicitan un último esfuerzo, ya que sin el apoyo de los hinchas, esos que dejan mucho tiempo por Peñarol, sin pedir nada a cambio y de forma anónima, la fiesta no se puede realizar.

No tenemos, como otros clubes, un apoyo institucional. Y estamos orgullosos de eso, porque por algo somos conocidos como El Cuadro del Pueblo. Siempre sentimos el apoyo de todos, y gracias a eso logramos, a lo largo de los años, que la fiesta sea en las tribunas destinadas a nuestro club, opacando cualquier intento de «fiesta» del tradicional adversario.

Pero este apoyo, en el último tiempo, ha venido decreciendo, y en este momento se está muy lejos de las metas de recaudación que se habían planteado para realizar lo que con tanto esfuerzo se quiere organizar para el domingo. Y queda muy poco tiempo para comprar (o no) los elementos para que la fiesta vuelva a ser en dos colores.

Los colectivos en Abitab y en Redpagos (Nº 7663) siguen abiertos, y cada 20 pesos depositados se le da una chance de participar en los sorteos que se realizarán con la última lotería del mes de noviembre. A su vez, las Peñas Barriales y las Peñas del Interior tienen rifas a la venta para colaborar con la causa.

Todos daríamos cualquier cosa por ganar en la cancha el domingo, pero eso no depende de nosotros que lo único que podemos hacer es alentar a nuestros jugadores para empujarlos y eso es más que clave e importante. Lo que sí depende de todos los hinchas, es que la fiesta en la tribuna pueda ser en dos colores.