Diego Ifrán fue presentado como nuevo jugador de Peñarol y ya comenzó a entrenar en Los Aromos. El futbolista se convirtió en la primera incorporación oficial. El delantero no ocultó su emoción por llegar al club de sus amores. “Tengo mucha felicidad y muy contento de cumplir este sueño y estar en este club tan grande. Voy a tratar de hacer lo mejor”.

Llegada al club: “Por suerte ya se terminó el coqueteo. Pablo me llamó y estuvimos hablando, no lo dudé (…) Siempre me sedujo, siempre quise venir. Antes no pude por diferentes circunstancias, una vez no pude venir por lesión y la otra porque la Real Sociedad no me dejó. Ahora se me presentó la oportunidad y no lo dudé”.

Actualidad: “En el último año y medio jugué mucho, luego de la segunda operación de rodilla, estuve 5 meses en el Deportivo La Coruña y luego todo el año siguiente en Tenerife jugando partidos y me fue bien”.

Contrato por 1 año: “En el futbol nunca se sabe, ahora pienso en este año pero luego se verá. Depende de mí. Vengo con la intención de hacer una buena temporada, luego las oportunidades llegan solas”.

Objetivo: “Desde que arranca la pretemporada Peñarol siempre tiene que estar pensando en salir campeón. Es el equipo más grande de Uruguay, no podés pensar de otra manera. Siempre con la cabeza en ganar todo”.

Evolución como jugador: “Hay más experiencia. En España siempre jugué de punta, allá se juega mucho con un 4-5-1”.

Sensaciones: “Son muchas emociones, estoy más pendiente de arrancar a jugar que pensar en cómo entrar en el estadio nuevo. Quiero jugar con esta camiseta, es lo que me da más ilusión (…) voy a ser el mismo que cuando me fui. A veces se piensa que uno vuelve para descansar pero ayer cuando me confirmaron que ya se había arreglado todo y que hoy empezaba a entrenar, me sentía como un niño chico con juguete nuevo. Quería empezar a vestir estos colores. Es lo que a uno lo motivo. Estoy con muchas ganas”.

Dialogo con Bengoechea: “Nos juntamos a tomar un café, estuvimos charlando cara a cara, no por teléfono. Ya lo conocía, me habló muy bien. Le dije que quería venir a acá, se tenía que arreglar la carta de libertad para poder venir. Me fui al pueblo para esperar eso y luego me vine a Montevideo”.