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Peñarol atraviesa horas de incertidumbre en la designación del nuevo entrenador. Si bien el campeonato actual ya está perdido, el Director de Fútbol señaló esta mañana, que tanto él como los dirigentes, consideran ideal incorporar a un entrenador lo más rápido posible.

Cuanto antes el técnico pueda desembarcar en el club, hacer un análisis de situación de la materia prima que hay (lo que sobra y lo que falta) y conformar el plantel de la próxima temporada, será mejor. Pero a la vez, tomar una decisión apresurada podría desembocar en un error que se ha repetido en anteriores oportunidades.

Lo cierto es que la cúpula directiva y deportiva del club tiene que encontrar un equilibrio entre tomarse un lapso para acertar en la decisión y que el nuevo entrenador no pierda el tiempo en la conformación del equipo.

Durante las últimas épocas se han probado varias fórmulas, pocas con resultados exitosos: técnicos de la casa, otros jóvenes, otros con trayectoria, etc..

La única fórmula a la cual no se apostó en los últimos años es a la de un técnico extranjero. El último entrenador extranjero que tuvo Peñarol fue el yugoslavo Ljupko Petrović y todos sabemos cómo terminó. Su famosa “catástrofa” para describir la derrota en las incómodas instalaciones del Paladino también sirve para resumir lo que fue su pasaje por el club.

Algunas consultas hechas nos confirman que varios dirigentes verían con buenos ojos apuntar a un entrenador argentino joven. Algunos de los nombres que surgieron fueron Diego Cocca, Eduardo Domínguez y Luis Zubeldía, aunque Juan Pedro Damiani los descartó a todos hoy ante la pregunta de un periodista en la conferencia de prensa que se hizo tras la finalización del Consejo Directivo.

Un técnico que siempre fue del gusto del presidente mirasol, y que estuvo cerca de llegar al club a comienzos de 2015, es Guillermo Almada. El presidente dijo que “hablamos con Almada, dijo que tiene muchas ganas de venir, está muy bien en Ecuador y hay que esperar que termine su contrato”.

Otro nombre que también sonó fue Gustavo Matosas, recientemente desvinculado del fútbol árabe.

¿Qué tanto pesa en la balanza la propuesta futbolística e intención de juego? ¿Qué es lo que más influye a la hora de elegir un entrenador? ¿Origen, trayectoria, sistema de juego, proyecto? ¿Por qué en los últimos años se han elegido técnicos tan diferentes y no se ha apostado a un mismo patrón?

El presidente conformó una Comisión integrada por él mismo, junto a Walter Pereyra, Isaac Alfie, Andrés Sanguinetti y Edgar Welker para estudiar y trabajar los diferentes candidatos.

¿Cuál será la fórmula que nos lleve al éxito?