Inauguración-CDS-Ignacio-Fernández-Antía (48) (Copiar)

La noticia que menos queríamos dar. A los 80 años lamentablemente falleció el señor Nestor Gonçalves, Capitán de Capitanes y emblema del Club Atlético Peñarol.

Uno de los jugadores más importantes, sino el más importante, de la historia del club. Ganador de innumerables títulos y una carrera que tuvo un sólo escudo, el de las once estrellas. Marcó una época dorada y gloriosa de nuestra institución.

Las Acacias se convirtió en su lugar en el mundo. Era el referente y espejo de una infinidad de chiquilines y botijas que empezaban a hacer sus primeras armas en las divisiones juveniles del club.

Vivió intensamente sus últimos años de vida, participando de todos los eventos del club y reuniones de hinchas a las que era invitado. Nunca te decía que no, siempre predispuesto a asistir y a empapar a su auditorio de anécdotas y experiencias.

Uno de los días más tristes que nos toca vivir. Se fue más que un ex jugador y funcionario del club. Se fue el más grande de todos.

Poseedor de una firme personalidad, no le pesó el ponerse el número 5 que vistieron Harley, L. Fernández, Gestido y Obdulio Varela (…) El Tito es uno de los grandes caudillos de nuestra gloriosa institución” (M. Silvera, Campeón del Siglo).

Llegó a Peñarol en 1957 para, apenas un año después, comenzar a hacer historia jugando de centrohalf. Es en 1958 que comienza una gran época para el conjunto aurinegro. Con la vuelta al fútbol de Hohberg, el “Tito” lograba su primer Campeonato Uruguayo con Peñarol por un punto de diferencia ante el segundo. Así comenzaba a sumar títulos para una trayectoria impecable.

Al año siguiente, el Peñarol de Gonçalves debió definir el Campeonato Uruguayo en una final ante el tradicional rival. Para disputarla, llegaba a Peñarol un jugador que también haría historia: Alberto Spencer. Con goles de Cubilla y Linazza, el equipo del “Tito” obtenía el título de Campeón Uruguayo y la clasificación a la primera edición de la Copa de Campeones de América, llamada hoy en día Copa Libertadores de América.

Fue un ganador por excelencia. Se consagró Campeón de América en 1960, 1961 y 1966, y también Campeón del Mundo en 1961 y 1966, derrotando en esta última ocasión al poderoso Real Madrid. Fue figura fundamental en la década del 60, donde también sumó a las vitrinas carboneras la Supercopa de Campeones Intercontinentales de 1969. A nivel local, además del Primer Quinquenio de Oro, también obtuvo los campeonatos de 1964, 1965, 1967 y 1968.

Se da la particularidad que es uno de los pocos jugadores en el continente que salió campeón de América y luego su hijo pudo igualarlo. Otros casos son los Matosas y los Verón.

Q.E.P.D. Tito

tito-goncalves