El Campeón del Siglo está muy por encima del nivel al que estamos acostumbrados en el fútbol uruguayo. Pero hay algo que parece mantener: el trato diferencial a quienes concurren a la tribuna popular. Esto no se da únicamente por parte de las fuerzas del orden, también se sufre un destrato desde el punto de vista dirigencial.

Es la única que cuenta con una sola vía de acceso. La Guelfi cuenta con dos puertas (una para el visitante, en caso de que haya), la Damiani también, y la Henderson con tres. La segunda puerta que debería estar asignada a la Cataldi, es utilizada para entrar a la tribuna oficial, y da a pensar que se hace como una manera de no “mezclar” a la gente que concurre a la popular, con la que concurre a la Henderson.

Esto genera aglomeraciones muy grandes en las entradas, y además es la tribuna donde peor se trata al hincha, que tiene que ingresar como ganado, a paso de hormiga, y amenazados por los uniformados a caballo, que no pierden oportunidad para maltratar a los parciales, tanto verbal como físicamente. Los controles, además, son más lentos y exhaustivos que en cualquier otra tribuna.

Insólitamente, tampoco los molinetes están todos habilitados. La larga fila de hinchas aurinegros debe realizar el ingreso por los pocos puestos abiertos, cuando hay personal de recaudación como para tenerlos todos en funcionamiento. Al reclamar esta situación en el encuentro frente a Cerro Largo, me respondieron: “hubieran venido más temprano”. La gente que estaba ingresando en ese momento había llegado alrededor de las 20:00 hs, 30 minutos antes de que arrancara el partido, en un día laborable; y terminó ingresando con el encuentro empezado.

Que haya una puerta sola también genera que el público se acumule contra la Tribuna Damiani, dejando despoblado el sector contra la Henderson, aún cuando la tribuna está agotada, dando una imagen de vacío. Para salir, también hay una puerta sola habilitada, para las 9000 personas que entran en la popular. Por si fuera poco, solo abren una parte de la misma, provocando grandes demoras.

La puerta F, actualmente destinada a la Henderson, debe ser la segunda vía de acceso de la Tribuna Cataldi, y así mejorar la experiencia del socio e hincha que concurre a esa localidad. No hay una explicación lógica para que en ese sector no haya una puerta de ingreso a la tribuna popular. Nadie es más ni menos que nadie por concurrir a la Cataldi, a la Damiani, a la Guelfi o a la Henderson.

El Estadio es de y para todos, algo que aún no parece haberse entendido desde la cúpula dirigencial.