27 noviembre, 2019
El día de la garrafa
El 27 de noviembre de 2016, debía disputarse en el Estadio Centenario, el clásico correspondiente al Campeonato Uruguayo Especial. Incidentes entre la parcialidad de Peñarol y la policía lo impidieron. Después de algunas idas y vueltas en la Asociación Uruguaya de Fútbol, los 3 puntos le fueron otorgados a Nacional. Tres años después, te contamos todo lo que pasó, en la palabra de sus protagonistas: hinchas, dirigentes y jugadores.
El clima previo al clásico estaba lejos de ser el ideal. El 28 de setiembre, en la madrugada, y mientras los simpatizantes de Peñarol festejaban el 125º aniversario de la institución, parciales de Nacional se trasladaron en cuatro autos hasta la ciudad de Santa Lucía, baleando cobardemente a dos hinchas aurinegros. Uno de ellos, Hernán Fiorito, falleció en la noche del 4 de noviembre. Por otra parte, el 23 de octubre, por la fecha 9 del Campeonato Uruguayo, Rampla Juniors vencía a Peñarol 1 a 0 cuando el partido tuvo que ser suspendido, debido a que se registró un herido de bala en uno de los baños de la Tribuna Ámsterdam, destinada a los hinchas carboneros.
Con estos lamentables antecedentes, sumado a la pésima campaña de Peñarol en el torneo, que ambos equipos habían perdido en la fecha anterior y el bajo nivel en general del campeonato; no había muchos argumentos para que la gente se acerque al coloso de cemento. Como agregado, entre idas y vueltas, la Tribuna Olímpica se habilitó recién el viernes 25, dos días antes del partido, colocándose solamente unas 500 entradas en dicha localidad.
Llegado el día del partido, desde temprano ya se pudo ver una actitud malintencionada por parte de los organismos de seguridad. Los hinchas de Peñarol, como se acostumbraba en este tipo de encuentros, se reunieron en el Palacio Peñarol Cr. Gastón Güelfi en la previa al cotejo, para trasladarse caminando hasta el Estadio Centenario. Así lo narra Joaquín, un hincha de Peñarol: “Fui al Palacio Peñarol con unos amigos, pero llegamos 15’ tarde y la caravana arrancó sin nosotros; iríamos 5 o 6 cuadras atrás del grueso de la gente. En un momento, la caravana arranca para el lado de 18 de Julio. Nosotros íbamos por la Plaza Seregni, vimos como de un par de camiones de la Guardia Republicana – de los todoterreno grandes – se bajan 20 o más uniformados y empiezan a trotar en formación, en persecución de la gente que iba agrupada, cuando no se había registrado ningún incidente. En un momento alcanzamos lo que quedaba de la caravana, a la altura del túnel de 8 de Octubre; ya se habían generado enfrentamientos con la policía, que había ido en busca de eso mismo, y había gente corriendo para todos lados. Llegando al Velódromo, mientras caminábamos tranquilos, la policía nos paró contra la Pista de Atletismo y nos revisaron como si estuviéramos entrando a la tribuna. Antes, entre el Obelisco y la Pista de Atletismo, se veían motos de la policía por todos lados, persiguiendo, golpeando y deteniendo hinchas de Peñarol al azar, sin ningún motivo aparente”.
Otros relatos recogidos y registros fotográficos, indican que en la zona de la Plaza Seregni, la policía detenía hinchas a punta de pistola, sin que estos hayan generado incidente alguno.
Mauricio, otro parcial mirasol, nos cuenta lo vivido desde su óptica: «En ese clásico, el ambiente fue diferente desde un principio. La presencia policial fue otra, habían decenas de efectivos con actitud amenazante en todas las esquinas del Palacio Peñarol. Los hinchas estábamos en la misma tónica de siempre: cantando y saltando en la única cuadra que no había puestos de la feria Tristán Narvaja. A pesar de lo mencionado, todo transcurrió con normalidad hasta la hora de salir caminando. El camino era el mismo de siempre: seguir por Galicia hasta República, para agarrar rumbo al Centro y llegar a 18 de Julio. Pero después de hacer algunas cuadras, nos percatamos que, 300 metros atrás, la Guardia Republicana seguía el paso de la caravana en posición de choque: escudos y palos arriba. Si bien me pareció exagerado y bastante provocador, estar acostumbrado a los prejuicios que padecemos muchas veces los hinchas de Peñarol me hizo pensar que era solamente un operativo policial desmedido. En pocos minutos, los 300 metros se convirtieron en 200, y después en 100. Cuando la distancia se acortó, y casi de un momento a otro, empezaron a sonar las explosiones de las balas de goma y los gases lacrimógenos. En ese momento, a lo único que atinas es a salir corriendo para cualquier lado y así fue, algunos en una dirección y otros en otra. Puedo asegurar que no existió ningún motivo ni advertencia alguna para tal represión de la policía. Con el grueso de la caravana ya disuelta, la policía -al grito de “los vamos a quemar”- se dedicó a detener hinchas al azar en 18 de Julio. En la volada, hasta se llevaron demorados a civiles que circulaban por la avenida y que poco tenían que ver con el clásico. Por esos minutos, alcanzaba con que divisaran distintivos de Peñarol para salir a perseguirlos en las motos y apuntarles con sus armas. Lo puedo contar con total propiedad porque lo viví, desde un principio y hasta el final, porque fui amenazado y detenido de forma aleatoria y vi como decenas de hinchas de Peñarol pasaban por lo mismo, más de una hora antes de que se registraran los lamentables incidentes en la Tribuna Ámsterdam. Lo que pasó adentro del Estadio Centenario es repudiable y para nada justificable, pero ese día, la verdadera “asonada” fue de la policía, que persiguió y detuvo hinchas de Peñarol sin fundamentos (incluso llegando a inventar acusaciones), probablemente siguiendo órdenes que vinieron de arriba. ¿Los motivos? No los sé. Quizás necesitaban una justificación para intervenir en la hinchada. Quizás para incorporar las cámaras de identificación facial. Quizás por problemas entre el gobierno y la directiva o la comisión de seguridad de Peñarol. Quizás fue un poco de cada cosa. Lo que sí puedo asegurar, es que los métodos que utilizaron para imponerse, realmente asustan».
El ambiente estaba enrarecido, y había sido provocado por quienes deben imponer el orden. Mientras tanto, en el Centenario, también comenzaron a percibirse señales raras. Del lado de los tricolores, los hinchas fueron autorizados para ingresar banderas largas, banderas de palo, paraguas y bengalas de humo. A su vez, podía verse en la Tribuna Colombes, una bandera en apoyo a los asesinos de Hernán Fiorito, quienes se encontraban encarcelados.
Por el lado de Peñarol, no solo fueron perseguidos, golpeados y detenidos sus hinchas por parte de las fuerzas del orden en los alrededores del Centenario, sino que tampoco se pudo ingresar todo lo destinado a la fiesta en las tribunas y, apenas se aproximaron a los puntos de acceso, fueron detenidos y llevados a la comisaría todos los encargados de llevar a cabo el recibimiento y el colorido, además de los distintos referentes de la hinchada.
Martín, uno de los primeros detenidos de aquella tarde, también nos compartió su historia: «Fui temprano al Estadio para ayudar a entrar las cosas de la fiesta en la tribuna. La policía detuvo en el ingreso a varios de nosotros, sin justificativo alguno, y nos metió a patadas en el culo a algunas de las camionetas que tenían destinadas para eso. Cuando nos amontonaron a todos y eramos casi 20 en una Hyundai H1, nos trasladaron a una camioneta más grande que estaba apostada en el Velódromo. Ya tenían preparado especialmente un ómnibus para llevarse hinchas detenidos, nunca lo había visto. En otro bondi había una especie de oficina, donde tenían las cámaras de fotos; y estaban todos los de Investigación adentro. Empezaron a caer camionetas y patrulleros de varios lados, con detenidos. Iban levantando gente en el camino y la llevaban a los ómnibus que tenían estacionados ahí en la vuelta; y de ahí te mandaban a Investigación y a la comisaría. En uno de esos bondis había un pibe de short y camiseta negra, que estaba a las puteadas con los policías. Cuando le pregunté que le había pasado, me dijo ‘yo ni siquiera estoy yendo al partido, salí a correr por el Parque Batlle y me pidieron los documentos. Vivo acá a 3 cuadras, ¿para qué voy a salir a correr con documentos? Me están llevando detenido por salir a correr. Yo no tengo nada que ver con el clásico, ni siquiera me importa el fútbol’. El pobre pibe estaba de short y championes de correr, remera dri-fit y solo tenía el celular y la llave de la casa; pero lo mandaron para adentro igual. Ya tenían preparado el circuito de que cada vez que levantaran gente en los patrulleros, los dejaran ahí en los ómnibus. Ahí es cuando te das cuenta de que estaba todo armado de antemano».
La reacción a todas estas provocaciones, fue tan previsible como lamentable e injustificable. El personal de recaudación fue agredido, retirándose del lugar, y el Ministerio del Interior dio la orden de clausurar las puertas de la Tribuna Ámsterdam, impidiendo el acceso de los hinchas de Peñarol que aún continuaban afuera. Mientras tanto, dentro del Estadio, algunos puestos de bebida fueron saqueados; y una garrafa de 13 kilos, ahora tristemente célebre, fue lanzada desde lo más alto de la tribuna contra los uniformados que se aglomeraban en los accesos.
Otra situación muy recordada, es una foto de algunos jóvenes tomando latas de Coca Cola, que habían sido robadas de los puestos de venta y repartidas por toda la tribuna. Los participantes de la imagen fueron detenidos y procesados. Branco, uno de los implicados, nos contó con pelos y señales todo lo que pasó, que deja en evidencia el ensañamiento del Ministerio del Interior con Peñarol, en los eventos de ese día y en todo lo que pasó después: “Me encantaría haber estado presente en el último clásico (Clausura 2019), pero ya no se puede. Estoy en la lista negra, no sé por cuánto tiempo. Llamo a la AUF y no tienen idea. Ese día de la garrafa, no hubo quien no tomara un agua o una Coca Cola, nosotros también lo hicimos. Después, como todos saben, se hizo viral la foto. Estando todavía en la tribuna, nuestros amigos nos comentaban lo sucedido, y nos escribían desde Salto por el mismo tema. Como no se jugó el partido, volvimos para nuestras casas. Al arribar a nuestra ciudad, nos esperaba un operativo tremendo; nombraron a todos los que aparecíamos en la foto y nos hicieron bajar. Nos hicieron saber que nos habíamos metido en un lío tremendo, y que lo más probable era que a la mañana siguiente nos llamaran a declarar. Dicho y hecho, a las 9 AM del día posterior, nos llevaron uno por uno a la jefatura y nos comunicaron que tenían que trasladarnos a Montevideo, porque el incidente había sucedido ahí. A partir de ese momento quedamos incomunicados. Primero nos llevaron a la cárcel de Salto, y estaba toda la prensa del departamento. Hicieron un circo de nuestra situación. Ya en Montevideo, nos llevan a Inteligencia, nos toman los datos, nos interrogan y al otro día ya pasamos a juzgado. No sabíamos qué pasaba afuera, nos preocupaba más que nada por nuestras familias, yo tengo una hija. Todos nos comentaban que nuestro tema no era grave, y que no íbamos a quedar detenidos, mismo el móvil de la policía que nos trasladó desde Salto. En el juzgado había un montón de gente de Peñarol que había sido detenida la tarde anterior. Todos declaraban y se iban. La única vez que había pisado una comisaría había sido para denunciar que me habían robado la bicicleta en mi época liceal. Si mal no recuerdo, al principio del día había 260 detenidos de Peñarol, y fueron quedando en libertad hasta que quedamos 10 – 12, incluídos nosotros. Nos tocó declarar y nos preguntaron si habíamos tomado agua, si habíamos tomado Coca Cola, si las habíamos robado. Nosotros no robamos nada, las fundas estaban tiradas en toda la Ámsterdam. No intervinimos en los saqueos, ni atacamos a nadie. Realmente esperábamos quedar en libertad ese mismo día, pero la situación parecía ponerse cada vez más tensa. Más allá de que la propia gente de Inteligencia nos tranquilizaba y nos decía que no iba a pasar nada, había algo que no nos cerraba. De costado, vimos y escuchamos cómo en un momento le llegó un mensaje a uno de ellos, y ya dejaron de decirnos que íbamos a quedar en libertad. Hasta a ellos les afectó la noticia. Nos comentaron que ya estaba la comunicación de que había 6 o 7 procesados por los incidentes en el clásico, entramos a contar y era la cantidad justa de personas que estábamos ahí; no podíamos creer. Con mi novia, que era otra de las procesadas, quedamos en estado de shock. No sabíamos qué hacer, no sabíamos qué pasaba afuera, si nuestras familias sabían ya. Mi hija más que nada, que era lo único que tenía en mente. Ahí mismo nos dieron la sentencia. Cada vez que veo la tele y aparece el juez y el ministro Bonomi, me da una impotencia y una bronca bárbara. Cuando hablo del tema me pasa lo mismo, hacía tiempo que no lo hacía. Nos llevaron a Cárcel Central, y a las chicas a la Cárcel de Mujeres. Un policía era de Salto, y le dimos los números de teléfono de nuestros padres, para avisarles que estábamos bien. Ahí comienza todo. Estuvimos 5 días en Cárcel Central, mis padres tuvieron que mover cielo y tierra para conseguir una autorización y poder visitarme. Los padres de mis amigos no pudieron hacerlo. Ahí nos comunicaron que nos iban a trasladar a Fray Bentos, a la cárcel de Cañitas, y nos tranquilizamos un poco. Allí estuvimos 9 días. El encargado de la cárcel era de Peñarol, y habíamos coincidido en algunos partidos. Yo desde los 15 años viajaba a ver a Peñarol a todas las fechas y al exterior. Ahí mismo en la cárcel nos comentaban que era insólito que hayamos caído en ‘cana’ por tomar una lata de Coca Cola. El mayor miedo que teníamos era pasar las fiestas encerrados, me preocupaba muchísimo no pasar las fiestas con mi hija. Por suerte el 13 o 14 de diciembre nos comunicaron que teníamos la libertad, fue una alegría enorme. En cuanto a lo familiar, fue un golpe duro para mi familia, nunca pensamos que fuera a pasar algo así. Estoy agradecido con la gente que nos conoce, de acá del interior, durante los 14 días estuvieron acompañando a mi familia. Amigos, conocidos, padres de amigos, estuvieron las 24 horas del día involucrados con la situación. Mi viejo trabaja en un taller mecánico, y llegaba gente de todos lados para ponerse a las órdenes. Para mi hija fue muy difícil, mis padres le explicaron lo sucedido y ella lo entendió perfectamente. Como todo niño, se puso mal por su padre, y más al ver a los abuelos que no se sentían bien. Hasta el día de hoy le agradezco a toda la gente que estuvo presente. Le agradezco especialmente a mi amigo Brahian, que es como un hermano para mí, que siempre estuvo. Mientras estuve en la Central me enviaba cosas, y cuando pasé a Fray Bentos me fue a visitar desde la capital. Lo mismo mis tíos y mi prima Sofía, que fueron a visitarme a Montevideo y a Fray Bentos desde Salto. Cuando salí, lo primero que hice fue pedirles disculpas a mis viejos y a mi hija, habíamos cometido un error. Lo mismo hice en mi laburo. Nunca tuve un problema con nadie desde ahí. Sólo espero ese día de poder volver a la cancha con mis amigos, mi hija, mi novia y la familia carbonera. Me quedo con los buenos recuerdos siempre. Todos cometemos errores, y de los errores se aprende. Viva siempre Peñarol”.
Por otra parte, desde la Tribuna Colombes se escuchaban cánticos festejando las corridas de la policía a los miles de parciales aurinegros que se encontraban afuera del Estadio que, con entrada en mano y sin haber generado ningún disturbio, no pudieron ingresar nunca al recinto. Primero fueron arrinconados por los policías motorizados, y cuando estuvieron todos juntos en un mismo lugar, sufrieron una represión brutal.
Luego de unos minutos de incertidumbre, se dio lo esperado, y el encuentro fue suspendido. El plantel de Nacional hizo aparición en el talud de la Tribuna Colombes, cantando y festejando con sus hinchas, sin tomar en cuenta que los ánimos y la situación no eran los más adecuados.
Así recuerda Alex Silva, jugador de aquel plantel de Peñarol, lo sucedido aquel día: “No nos importaba el lugar, ni la posición en la que estábamos: queríamos jugar y ganar el clásico. Es el partido más especial, y más cuando sos hincha de tu equipo, como me pasa a mí. Nos enteramos de la suspensión 5’ antes de entrar a la cancha, que entró (Jorge) Barrera, creo, al vestuario y dijo que no se jugaba. Una tristeza muy grande para todos, y para mí en particular, porque era mi primer clásico y tenía mucha ilusión de jugarlo. Nos fuimos muy tristes ese día. El festejo de los jugadores de Nacional en el talud nos generó un enojo terrible. Sentimos que nos estaban faltando el respeto, por todo lo que estaba pasando en ese momento. La mejor manera de calmar las aguas era que ambos equipos se fueran, y dejar que los que tenían que encargarse del afuera, lo hagan. En ese momento de enojo y calentura, nosotros queríamos salir con nuestra tribuna también. Finalmente decidimos no hacerlo, para evitar cualquier problema que pudiera generarse. Creo que el clásico debió jugarse otro día, lo que pasó estuvo por fuera de nosotros; y nosotros lo queríamos jugar sí o sí”.
Se justificó el accionar policial en base a una supuesta “asonada” que se iba a perpetrar en la Tribuna Ámsterdam. Fuera real o no, si la idea era desarticularla, la forma de actuar elegida fue la más dañina para el espectáculo y para todos sus asistentes. Algunos finales son bastante anunciados, y la suspensión de este partido fue uno de ellos, por cómo se manejó la situación desde un principio. Si la barra de Nacional, con un asesinato a cuestas, recibía el mismo trato lamentable en vez de gozar de total libertad e impunidad en su participación en el clásico, el final probablemente hubiera sido el mismo.
Con el partido suspendido, la batalla pasaba a disputarse en la Asociación Uruguaya de Fútbol.
Wilmar Valdez, con sus declaraciones, dejaba por fuera de lo ocurrido a ambos clubes: “Cuando hay una situación tan especial a todos nos sorprende, en virtud que se había hecho un operativo importante. Los clubes habían tomado sus medidas” (El Observador online, 28/11/2016), mientras Juan Pedro Damiani, presidente aurinegro, intentaba ganar apoyo “en su postura de jugar el partido y no perderlo en los escritorios (…) Se comunicó con Wanderers, Danubio y Liverpool, quienes apoyaron la intención del titular carbonero» (El Observador online, 28/11/2016).
Rodolfo Catino, actual vicepresidente del club, y por aquel entonces presidente de las Divisiones Formativas, nos comentó: “Desde el primer momento Nacional no quiso jugar el clásico. Ya en el Centenario, ellos querían que se suspendiera el partido, con la clara intención de ganarlo en los escritorios, cosa que después ocurrió. Nosotros presionamos lo más que pudimos en ese momento, al punto de que los jueces primero dijeron que no se jugaba y luego de nuestra presión, dijeron que iban a esperar a ver qué decía la policía. Recuerdo que hubo una discusión muy acalorada en el vestuario de los jueces, entre varios dirigentes de Nacional y nosotros. Ahí llegó la policía y dio el cierre definitivo del espectáculo. Luego fuimos a la AUF, a tratar de dar vuelta lo que sabíamos era inevitable, ya que las reglas eran claras. Ellos por su parte, hicieron todo lo posible para que les den el partido por ganado”.
Desde ese día, es común escuchar a la hinchada tricolor saltando al grito de “el que no salta abandonó”, a pesar de que su club tiene seis fugas clásicas en el currículum (1906 x2, 1918, 1926, 1949 y 1971), y de que lo planteado es una incoherencia total. Si hubo una institución que no quiso disputar nunca el partido, esa fue Nacional.
El Ministerio del Interior primero, y la Asociación Uruguaya de Fútbol después, con la presión de los tricolores, decidieron el ganador del encuentro. No hubo tal abandono. Hinchas, jugadores y directivos de Peñarol, querían jugar el clásico a toda costa.
Nacional, en cambio, no aceptó ninguna de las propuestas planteadas por Peñarol para que pudiera disputarse el cotejo y prefirió ganar los puntos en el escritorio; mientras que su hinchada festejó y vitoreó una cruda represión policial, que repartió palazos a mansalva a cualquiera que portara una camiseta amarilla y negra.
No quisieron jugar, pidieron la suspensión, y se vio a toda su gente festejando la represión.
Y de eso, no se vuelve.
Lo de Nacional no me asombra porque toda la vida fueron asi, ahora es bueno acordarse de lo que era ir a la Amsterdam en ese entonces, era como estar en el patio del Comcar, si volvias ileso a tu casa era un milagro, la convivencia de los pesados con los dirigentes era vox populi, es mas, yo creo que el club era manejado por los primeros, al hijo del ex presidente Julio Maria Sanguinetti lo hicieron renunciar de la comision de seguridad que presidia, cuando Novick se quiso presentar a la presidencia fue amenazado e incluso le balearon un local, es la historia negra de nuestro club que en parte explica estos 20 años de frustraciones, pero el hecho mas tragico y lamentable fue el asesinato del hincha de Cerro Hector Da Cunha , varios barras bravas de nuestro club le dieron muerte en frente a su esposa e hija, hoy si te paras por 18 de Julio y haces una encuesta a personas que no le gusta el futbol y le preguntas a que asocian el nombre de Peñarol y el 99 por ciento te va a contestar a mafia, drogas, violencia y muerte, es el precio que tenemos que pagar el 95 por ciento de los hinchas que amamos al club, a la familia y a la vida
Le guste o no a algunos hinchas la banda siempre va a alenrar,contra todos .ayer hoy y siempre BARRA AMSTERDAM.
a no confundiar alentar con bandalizar
Teniendo tanta cosa gloriosa para recordar, no puedo entender que se traiga de nuevo a la palestra, poniendo la nota en portada, un día triste y vergonzoso. No me interesa lo que haya cantado la hinchada rival ni que bandera pusieron. No me interesa lo que haya hecho el gobierno y su ministerio del interior. Lo puedo analizar, pero no para justificar nada. Y lo cierto es que ese partido, con su funesta garrafa, lo hizo suspender un grupo minúsculo de barras violentos que a mi no me representa. Y a la inmensa mayoría de los hinchas del Manya tampoco.
Mucha represión, mucha violencia policial, mucha discriminación, etc., todo esto bajo el mandato de Bonomi. Eso sí, 3 años después los tenías a nuestra gloriosa barra brava portar banderas de apoyo a Daniel Martínez. Son la incoherencia hechas personas. Otro de los tantos cánceres a estripar. Sobre lo ocurrido en este clásico, evidentemente los cánticos de los hinchas albos son parte de su trastorno y de su intento de imitar en todo momento a las barras argentinas. Acá no hubo abandono ni nada por el estilo, simplemente se juntaron por un lado, una manga de energúmenos supuestamente hinchas de nuestra institución, que hasta se dieron el lujo de lanzar una garrafa sabiendo las consecuencias que eso podía traer, y por otro lado un Ministerio del Interior que quedará marcado como el peor de la historia del país. Nada podía salir bien
Me marearon con la fecha de la nota…
Muchos de nosotros ya sabíamos que se pudria y el ministro también lo sabía,por eso el control y el abuso policial.
Una vergüenza todas las partes; «los barras»los ratis,los que se rastrillaron unas latas de mierda y se creyeron vivos sacándose fotos de trolos,los plumíferos y los uruguayos en general. Un asco.
Me fuí ree quemado del estadio sin haber podido entrar y me tuve que quedar 15 min atrás de un muro en el frente de una casa para que los granaderos a caballo no me re cagaran a palos ya que le pegaban hasta a las abejas por estar de amarillo y negro.
No me recuerden ese día que me fui a las puteadas, mufando como nunca,quemaron todo ese día todas las partes.
Tan lamentable como la candidatura de Damiani.
Este fue el hecho que me hizo tomar la decisión definitiva de dejar de ser socio. Se habrán cometido injusticias con algunos hinchas, pero nadie puede negar que la «barra boba», esa que nos ha hecho perder muchísimos puntos y por ende campeonatos, apadrinada por los mismos de siempre y que usan mis colores para hacer de las suyas, no son ningunos angelitos.
Dejé de ser socio por la incompetencia dirigencial y por el poder que tomaron éstos anormales en la tribuna. No podía ser cómplice de esto jamás.
La mayoría de los partidos de Peñarol los ví en el interior. Recuerdo uno jugado en Rivera en el año 99. Yo había salido de trabajar y me tomé un bondi de escursion para ver el partido. Al final del mismo, saliendo del estadio, los hinchas de Peñarol que no llevábamos identificativos del club fuimos abordados por supuestos hinchas de mi mismo club. Corridas y trompadas y a meterse dentro de los ómnibus de la forma en que pudiéramos. En otro partido jugado también en el interior unos años después ocurrieron hechos lamentables. Desde antes de comenzar el partido el grueso de la «barra boba» arrojando proyectiles hacia dentro del estadio. Durante el partido disturbios en la única tribuna que estaba para los hinchas de Peñarol, entre los mismos hinchas. Y al finalizar el partido, fue la única vez que vi cerrar un estadio completo con 3 tribunas llenas del local durante casi 2 horas mientras la policía desalojaba a palos a los hinchas de Peñarol, con corridas, pedradas y roturas en las calles aledañas.
No me importa lo que hizo o hacen otras hinchadas. Me importa lo que hace la nuestra y mas si nos termina perjudicando como siempre.
En una manada humana no se sabe quién es el bueno y quién es el malo. Y seamos honestos: la barra cuando se mueve en masa no va tirando pétalos de flores en el camino.
A Peñarol no lo hace grande su gente. A Peñarol lo hace grande su historia, sus triunfos, sus derrotas, sus dirigentes que aportaron su sacrificio para hacerlo mas grande. Nosotros, los hinchas, la mayoría de las veces no estamos a la altura.
y las fotos de los imbeciles con las cocas donde estan? y las fotos de los incidentes? vaaaaamooos amigos hagamos una nota con la mafia de los barras bravas de una ves …esta todo genial con el inutil de bonomi y la mala actuacion de las otras partes ..y la nuestra?? cuando un poco de autocritica? se suben videos de la hinchada en pleno festejo y nos jactamos de ser los mejores alentando y cuando se manda cualquiera? no esos no son hinchas decimos enseguida ..esos 40 tarados no quieren al club decimos … vaaaamos no seamos hipocritas
Sigo tus notas Bruno, pero me parece que aca te equivocas, y feo. Entiendo tus ganas de sacar en limpio algo que pudo ser perfectamente una trampa y los mismos nabos de siempre entraron como unos angelitos. Lo que no se entiende, es la forma de prtender justificar de alguna manera el accionar de esa persona en la cual se basa el relato.Si estuvo en el medio de ese lio, mejor tratar de apartarse y no generar lo que al final paso.para nada se justifica que un anormal haya tirado una garrafa que pudo matar a uno o varios. Lo de partido se jugase o no , queda como una simple consecuencia de los actos vandalicos a los cuales nos tiene acostumbrados ese grupo de mafiosos que han llegado a robar a la gente en los baños de la Amsterdam y todos ellos con al camiseta puesta. Son INDEFENDIBLES, nos han sacado mas de 32 puntos por culpa de estos imbeciles en sus diferentes generaciones. Aca no se deberia darle ni un solo espacio para siquiera nombrar a ninguno de estos que se autoproclaman hinchas y lo unico que han hecho es juder a peñarol.Imperdonable.se perdio un clasico por su culpa, que asuman las penas tal como el respo de los hinchas nos comimos el garron.
Escribir este tipo de notas requiere ante todo responsabilidad. La violencia es un tema delicado, los deditos para arriba son lindos pero marean. Esa historia apesta cualquiera sea el lugar que se enfoque.
La barra de Peñarol es indefendible, de hecho venían de apuñalar a un hincha para robarle. Lamentablemente ellos le prepararon el terreno a Bonomi para que hiciera su parte, el necesitaba gente en las listas negras y operativos exitosos. Lamentablemente los mismos que se quejaban, tiempo después y por unos pesos locos, exhibieron una pancarta que decía «Martínez Presidente»
Defendiendo a los chorros. Por gente asi esta al pais que defiende al chorro.
Soy hincha de peñarol de toda la vida y nunca se me ocurriria arremeter contra la policia ni tampoco tirarle piedras ni menos ir armado a un partido.
Ni tampoco ir a los aromos apretar jugadores.
Tenemos un muy mal concepto de «hincha».
Seamos realistas, siempre nos han asociado con la terrajada, y tienen gran razon, por este tipo de actos bandalicos que hacen estos supuestos hinchas.
Despues los tenias que ver a los terrajas sacandose fotos y subiendolas a las redes con las coca colas robadas a los trabajadores.
Comparto. Es la misma mierda que intentó entrar a la Casa de Gobierno en Buenos Aires para «despedir» a Maradona y la misma que obligó a llevar la final de la Libertadores a Madrid. NO SOMOS TAN DISTINTOS, EH… Un poco menos fanáticos pero nada más.
Estoy en total desacuerdo con que haya diferentes «Calidad de hinchas y de socios» somos todos iguales. Sabemos que el clima de ese partido estaba bravo. Pero esto fue una operación por no dar entradas.
Como alguno cuenta en el foros de los audios que todos escuchamos, para suspender el partido..
No hay que dar entradas a nadie y también deberían esta habilitados a votar muchos más socios. Basta de diferencias promovidas por dirigentes.
Siempre pero siempre va estar el pueblo carbonero en la.tribunas para alentar, sin necesidad de entradas de garron.
Esta todo bárbaro pero hay que reconocer que Peñarol se hizo una fama y no de la buena, por años la barra de Peñarol fue de lo peor, en cada festejo se robaba se rompía y hasta se grafiteaba conercios y casas que nada tenían que ver, peñerol cuenta con un historial de homicidios también, no podemos justificar nuestras acciones con las acción es de los demás, yo amo a Peñarol pero debo reconocer que en ciertas épocas tenía miedo de ir a mi propia hinchada, no debemos olvidar que esto es un deporte y que nada tiene que ver apuñalar o apedrear con salir campeón.
Gallina, te juro no me voy a olvidar
De acuerdo con la nota en un todo, y estamos durmiendo mientras nuestros hinchas están presos en listas negras y basureados sin la defensa adecuada, las gallinas de mierda gozan de total impunidad
Pero la tienen adentro y siempre la van a tener adentro porque Peñarol es pueblo, tiene más hinchas, más campeonatos, más clásicos, más libertadores , mayor prestigio y reconocimiento internacional, abrazo a los carboneros de ley como Bruno
Yo fui ese día y no pude entrar me pegaron 2 revencazos para dispersarnos… pero hay que contarla toda desde antes. La barra de peñarol la manejaba Jorgito que cobraba para que no haya incidentes, salió por todos lados diciendo cuanto cobraba y obvio algunos vieron q había plata y de vivos se empezaron a encargar ellos( balearon y mataron a la gente que era del grupo de jorgito) y de ahí empezaron a quemar todo hasta a la gente de peñarol que estaba en la tribuna le aparecían 5 al lado y los robaban entraban de vivos salían de vivos robaban los puestos de bebidas oficinas de cafo en la olímpica hasta que hubo un herido de bala contra rampla y la policía le prohibió a los dirigentes seguir pagando y dando entradas. Antes del clásico fueron a apretar a los jugadores para que les dieran entradas incluso de madrugada tiraron tiros para los aromos. X eso fue el operativo, desmedido con el que no había hecho nada, estuvo mal que no se jugara otro día el partido y también es verdad que a la barra de nacional le siguen dando entradas y protegiendo x matar cobardemente a un pibe de peñarol. Pero hoy estoy feliz que esa gente no vaya más a ver a peñarol y podamos ir a alentar con niños o sin y que no pase nada más que alentar a peñarol.( lo que cante la gallina me da igual )
Soy hincha de wanderes y el clasico me chupa un huevo…pero pretender justificar tirar una garrafa y robar puestos de la tribuna es una locura….me quieren hacer creer que esos hinchas salieron del palacio pacificamente y fueron agredidos ? Vamos muchachos aqui nos conocemos todos y sabemos que esas bandas van robando autos agrediendo gente y llevandose todo por delante…asi sin …..esta nota los presenta como niños de pecho que fueron agredidos
Que tenes que comentar aca si no sos de Peñarol,
Con garrafa o sin garrafa se rue al carajo la policia.
¡Vamo aurinegro que tenes que ganar la banda sienpre va a estar!
Muy bien en exponer lo que sucedió ese día desde la óptica de los hinchas de verdad. Gracias por la posta.
Me acuerdo que poco antes de que salieran las entradas para el clásico, un conocido de la Banda del León me había comentado: «Vos que estás en una tranqui, ni vayas que se va quemar todo». Cuando le pregunté por qué decía eso (Más allá del ambiente enrarecido por todos los problemas que habíamos tenido antes), dijo que se sabía que el M.I. tenía problemas con la seguridad de Peñarol, e iban a poner un operativo «proactivo» y represivo con todo el que luciera una casaca mirasol. Muchos «hinchas» fueron a quemar todo a sabiendas de esto, entonces se esperaba lo peor. Le hice caso y no fui (De hecho, es de los muy pocos clásicos que falté), por suerte.
Los hinchas de verdad, nunca le hicimos ni le haremos pasar vergüenza a Peñarol, nunca lo haremos sancionar, nunca robaremos bebida de los puestos, ni le pegaremos a otra gente solo porque en barra nos sentimos impunes; nunca haremos un atentado contra la vida de nadie, como por ejemplo, tirar una garrafa contra un ser humano que trabaja para vivir por muy poca plata y encima arriesgando la vida como policía.
Te lo digo porque la gente que te rodea, no te lo va a decir: estas muy equivocado en tu pasaje por esta vida.
No entendí lo último, ¿Por qué yo estaría equivocado? Soy hincha, no armo bardo, pago mi cuota de socio y soy un laburante más. Nótese que puse «hinchas» a la gente que fue armar quilombo. Un verdadero hincha sólo va alentar a una cancha, no a otra cosa…
Muy bueno
Me llaman la atención dos cosas. La primera, escribí un comentario bastante crítico, estuvo un buen rato en mi pantalla como «pendiente de moderación» (como ocurre siempre) y luego, mágicamente. . . desapareció. La segunda, podría partir de la base de que hubo un problema puntual, algo de los supuestos duendes de la tecnología e internet. . . pero también veo que todos los comentarios publicados apoyan fervorosamente el artículo (cuando todos sabemos que hay foristas frecuentes que suelen ir por otro lado en estas materias). Obviamente ni insulté ni emití juicios falsos hacia nadie como para que mi texto fuera censurado. . . Si hay una explicación, me gustaría conocerla. . .
a mi me cuesta ver la bandera en apollo a martines con todo el palo que nos dio el ministerio del interior , gobierno del frente amplio , y no solo por esto si no por muchas cosas , tapando y cuidando a los dirigentes de la gallina y cada muerte de un hincha de peñarol sea por la espalda o de frente , enseguida el comunicado dice que nada tubo que ver con los parciales tricolores , la verdad bonomi y compania un fracaso total , al fin se va
Grande Brunito!!
Tremenda nota y tremendo laburo atras.
Tirar la garrafa desde lo alto de la tribuna hacia los coraceros, fue un acto criminal, afotunadamente, no llegó a destino. Los que ROBARON las bebidas, son todos ladrones, no importa si estaban tiradas por le piso, eran ajenas y no las pagaron, además fueron lo suficientemente idiotas para sacarse la selfie y subirla a las redes.
Jodieron a todo Peñarol, todos los que de alguna forma por acción u omisión tuvieron alguna participación en los lamentables hechos, son un lacra para esta sociedad, a mi no me convencen.
Son una bosta, y los voy a dejar en evidencia en cuanta oportunidad tenga. Voten negativo , no hay problema , cero bola a las ratas que se infiltraron en la hinchada.
No solo eso. Circularon una serie de audios donde algunos de estos barras ya decían, antes del partido, que iban a quemar todo porque los dirigentes no le daban entradas. Tenían decidido hacer suspender el partido en forma premeditada. El operativo habrá sido discutible. . . lo de Santa Lucía fue atroz y todos lo condenamos. . . pero mal puede usarse como excusa para hacer cualquier cosa. . .
Más allá de lodo el Ministerio también tuvo culpa en lo que pasó. La policía nunca debió salir del estadio, toda la vida estuvo dentro para asegurar el desarrollo del espectáculo. Si la policía estaba adentro, no hubieran saqueado nada y la garrafa no se hubiera tirado. Si adentro del estadio se vendía droga y anduvieron a los tiros días antes me pregunto por qué no protegen a las personas que sólo van a ver el partido? Esa es su tarea, la seguridad adentro y afuera del estadio. Y si la idea era como se está haciendo ir a lo que se hace en Inglaterra o similares, debío hacerse en forma gradual. Fue un gran error del Ministerio del interior ante todo.
No hay error del Ministerio del Interior, nada que ver. Simplemente, el Ministerio lo dirige un tupamaro asesino, porque tiene un asesinato en su conciencia del que nunca se arrepintió, asi que de ahí en adelante, no le pidamos nada, porque nada puede hacer por nosotros alguien así.
totalmente contigo
Tremenda nota! La verdad ese día fui, y fue uno de los peores días en el estadio. Peor que cualquier derrota. A veces hasta en la derrota hay algo para recordar, pero ese día fue tétrico…
Se impone felicitar y agradecer a quienes llevan adelante Padre y Decano.
Sobre el asunto que nos ocupa, un cúmulo de despropósitos. Si el Ministerio de Interior tenía información de inteligencia sobre la posibilidad de altercados vinculados con la muerte de Hernán u otros motivos que desconocemos, la AUF debió modificar el calendario buscando otra fecha para la disputa del encuentro, o, decidir por un partido a puertas cerradas.Siempre, la premisa debe ser la seguridad de los espectadores y deportistas,y el desarrollo normal de un evento deportivo. Nada de eso ocurrió. También , siendo conscientes de antemano, qué, si el procedimiento policial fracasaba, sólo un Club, sería el damnificado.
Las desiciones políticas en el fútbol uruguayo, corresponden exclusivamente a la Asociación Uruguaya de Fútbol. El partido no debió ser fijado en esa fecha,y esas condiciones.Debieron sancionarse así mismos, dimitiendo de inmediato.
Patetico lo sucedido. Pero lo peor de todo no fue el festejo de los jugadores de la gallina lllorona, ni la garrafa, ni el robo de latas… Fue lo de Hernan. Que los hinchas de PYD deban hacer archivos para defendernos de las pedorradas que declaran las gallinas…. a ver si tealdi y ese grupo de BUENOS DIRIGENTES, que lo son!!!, hacen que todos los reclamos de la galli queden en la nada misma..Como vienen haciendo ahora en AUF, pero dejarlos un poquito mas en evidencia como el cuadro lloron que son.
Impactante nota. Yo era uno de los que me faltaba leer la otra campana y ya no me quedan dudas que todo fue armado. Me gustaria saber los nombres de los responsables que intervinieron en tal injusta y desmedida represion. Esa gente no puede quedar en el anonimato. Fueron cómplices y no debe ser tan difícil identificarlos con las carmelitas descalzas. Esta claro que el objetivo era vender las cámaras de identificación facial y la manera de lograrlo fue «la asonada»
Es alarmante como en cada declaración que aparece en la nota y después de tener mucho material de esa tarde a Nacional se lo miró y trató como si fuera un angelito caído del cielo. Cuando tenían un antecedente fatal..
Me acuerdo que hora y pico antes mientras la gente de Peñarol seguía sin ingresar al recinto, los de nacional ya estaban todos adentro, como dije, desde una hora y pico antes del partido. Me cuesta no creer que desde antes la gente de la vereda de enfrente tuviera mucho que ver en todo lo que pasó ese día, que como varios contaron desde lo vivido, daba claras señas de que ya estaba armado.
Creo que falto agregar que los puestos de coca cola adentro del estadio y de las hamburguesas estaban sin candado y abierto todo muy extraño no tengo dudas que que fue todo armado. Y del nefasto operativo policial
Acá la falla como de costumbre fue de Bonomi,si se sabia que habia una asonada,la prevención debio ser otra.
Supuestamente inteligencia la tenía clara,entonces falto lo de siempre,prevención y dejar de echarle la culpa a otros para no reconocer su mediocridad.
AUTOCRITICA CERO.
Así les fue…
Después dijo el operativo fue un exito ????????
Exito si se hubiese podido jugar el partido,en paz y no el mamarracho que fue.
La verdad sin comentarios todo lo dicho triste pero real lo pasado pisado 1 lastima todo lo ocurrido ahora todos juntos arriba el carbone vamos por nuestro tri con el pueblo carbonero 1 solo corazón y sentimiento Álvaro Rodríguez d San José
Luego lo leo bien, solo quiero felicitar a Bruno por como está llevando adelante este sitio. Sé que son varios pero veo a Bruno en varias notas.
Un abrazo.