Pablo Bengoechea pisó Los Aromos nuevamente, como aquel 8 de febrero 1993, y como durante los siguientes 10 años. Tras la primera práctica del año, habló mano a mano con Wilson Méndez para Padre y Decano.

Sobre su primera llegada a Los Aromos, y este retorno, el nuevo entrenador aclaró que «la diferencia es la función. En el 93 llegaba como jugador con ansias de conocer el club, deseos de ver cómo me quedaba la camiseta de Peñarol y si podía rendir acá. Ahora también tengo que ver si puedo rendir, si podemos hacer que Peñarol logre los objetivos que tiene por delante. La gran diferencia es que ahora conozco el club, pasé muchos años aquí».

Relación con algunos jugadores: Tengo muchísima alegría de compartir vestuario y trabajo con gente que conozco hace muchos años y tengo una amistad. Lo que tiene que quedar claro es que los jugadores son jugadores y el técnico es técnico. No hay ningún tipo de problema. Los jugadores de fútbol son muy nobles y tienen claro cuál es su rol. No va a haber ningún tipo de problema. Ojalá puedan sentirse a gusto y rendir acorde a sus características.

Primera charla: «Con la realidad que tenemos por delante, estamos a mitad del campeonato, no se lograron los objetivos en el Apertura pero tenemos chance y esperanza. Este plantel puede revertir esta situación. Nosotros tenemos mucha confianza en ellos. Lo que me haría feliz es que cada jugador pueda sentirse bien cada vez que defienda a Peñarol (…) nos vamos a aferrar a esa posibilidad que tenemos. Vamos a dar el máximo para que Peñarol la aproveche y revierta lo del Apertura para terminar contentos a fin de temporada».

Reencuentro con el hincha: «Muchísimo agradecimiento al cariño que me brinda siempre la gente de Peñarol. Es impresionante. A partir de ahí uno se despide del hincha y vuelve al trabajo, acá el objetivo es devolverle al hincha el cariño que nos brinda».