Historia
La hinchada de Peñarol lleva consigo un amplio curriculum de hazañas que la fueron engrandeciendo cada vez más a lo largo de la historia. La colecta para la construcción del Palacio Peñarol, la colecta para repatriar a Fernando Morena y la recolección de bronce para la elaboración de la estatua de Pablo Bengoechea son pruebas irrefutables de ello.
A fines del 2010, una idea disparatada de un grupo de gente, que tiene a Peñarol como modo de vida, salió a la luz, aunque aquella idea ya se había gestado a mediados del 2010. Teniendo en cuenta la cantidad de hinchas carboneros en el país y desparramados por el mundo, surgió el plan de construcción de La Bandera Más Grande del Mundo, financiada pura y exclusivamente por ellos. Sin sponsors, sin ayuda, sólo con la gente, con el pueblo. Y así fue como aquel grupo de personas formó la Comisión de la Bandera.
Luego vino otra parte del plan que consistía en contactarse con Rody Soria, el famoso argentino conocido en Sudamérica por sus megatelones. Anteriormente se había encargado del estandarte de la Barra Ámsterdam, pero esto era otra cosa. Él aceptó el desafío, pero cuando se le informó de las dimensiones que iba a tener la bandera, no lo podía creer.
Se elaboró un plan de financiación que incluía venta de rifas y bonos con un sorteo de importantes premios, como también la creación de merchandising que incluía stickers, llaveros y camisetas. La cuenta era fácil, si hay más de un millón y medio de hinchas en el Uruguay, y otros tantos más en el mundo, entre todos se iba a poder llegar a la cifra. Bajo el lema “La Hinchada Más Grande del Mundo merece La Bandera Más Grande del Mundo” comenzó la campaña. También se creó una web para informar sobre la movida www.labanderamasgrandedelmundo.com y se contó con el apoyo de todas las webs carboneras para difundir las movidas para recolectar el dinero.
Se abrió un colectivo en Abitab, el Nº19.411 a nombre «PEÑAROL, LA BANDERA MÁS GRANDE DEL MUNDO» y con el aporte de todo el pueblo carbonero sin ningún sponsor se pudo llegar a financiar 100 % del costo de la bandera y los costos asociados a la fabricación. En dicho colectivo se juntó la plata de los bonos, rifas, venta de remeras, llaveros, etc. Fue impresionante lo recolectado en apenas unos meses, hecho que demuestra lo bien que se trabajó.
Las Peñas del interior y exterior del país cumplieron un rol fundamental para poder hacer la colecta en todos los rincones. Fue un hecho histórico ver a todos los hinchas de Peñarol de todos los rincones del país y del mundo trabajar juntos atrás de un objetivo en común: La Bandera más Grande del Mundo.
La comisión de la bandera trabajó arduamente en el diseño, teniendo en cuenta los símbolos que conforman la rica historia del club: una locomotora, el escudo y las copas internacionales, como también la frase que acompaña a Peñarol desde su fundación. Se le enviaron a Rody todos los símbolos para ir diseñando la bandera.
Rápidamente se comenzó a trabajar y se realizó el primer diseño de la bandera en una versión a escala hecha en aerografía, misma técnica que sería aplicada a la bandera gigante. La primer versión fue traída personalmente por Rody Soria para seguir trabajando en este proyecto de tal magnitud.
Luego de ver el primer diseño se hicieron algunos cambios y se agregaron ideas. Así fue que Rody Soria volvió a Bs As para comenzar con la costura de la tela y así arranca el sueño de toda la hinchada.
El proceso tuvo varias etapas. La primera de ellas fue traerla de Buenos Aires, luego siguió en un depósito de Zona América, donde se pintó por el equipo comandado por Rody, con la colaboración directa de muchos hinchas de Peñarol. Durante un mes, muchos hinchas trabajaron arduamente junto al equipo de Rody para poder pintar una bandera que ocupa casi 15 mil metros cuadrados.
Una vez terminada, se llevó al CAR para poder hacer un despliegue en una de las canchas, y ajustar los detalles finales. Se organizó una gran jornada de costura donde los hinchas colaboraron a pura aguja. Pero la bandera también paseó por el Palacio Peñarol, donde recibió otra mano de costura.
No se sabía cuánto tiempo iba a demandar la bandera. Peñarol volvía a la Copa Libertadores de América, y la bandera tenía que llegar para el primer partido de local. Por temas de tiempos, ese 9 de marzo se disipó, y finalmente el 12 de abril de 2011 ante Independiente, el planeta se rindió a los pies de LA BANDERA MÁS GRANDE DEL MUNDO.
Luego de una caravana desde el CAR por Av. Italia, la bandera llegó al Estadio Centenario. La expectativa no era sólo de los hinchas carboneros y la prensa local, sino que varios medios de la prensa internacional se hicieron eco de la noticia, y viajaron hacia Montevideo exclusivamente para cubrir el evento. También hay que decirlo, los de enfrente estaban muy atentos a lo que podía pasar con la bandera; la envidia los desbordaba.
Luego de más de tres horas que tomó bajarla del camión, ingresarla al estadio, y acomodarla para el partido, finalmente quedó todo pronto. Las 60 mil personas en el estadio y los millones de espectadores en todo el mundo estaban deseando que por fin se desplegara La Bandera Más Grande. Y ahí salió Peñarol a la cancha, y posteriormente, ella comenzó a descender desde la Ámsterdam y Olímpica. Los jugadores quedaron impactados ante la inmensidad, los relatores internacionales de Fox no lo podían creer, y los hinchas de Peñarol sintieron algo especial adentro que les permitía satisfactoriamente cambiar aquella frase inicial y decir “La Hinchada Más Grande del Mundo tiene La Bandera Más Grande del Mundo”.