Cuando Peñarol más lo necesitaba, porque Liverpool había convertido el empate -y podría haber pasado al frente- apareció Diego Forlán y una genialidad. El 10 aurinegro enganchó dos veces al borde del área dejando atrás dos defensas rivales, eludió a Macaluso y se filtró por el sector derecho del ataque carbonero; sobrepasó con pelota dominada a un nuevo marcador y, después de dejar tirada a media defensa rival, asistió a Luis Aguiar quien no hizo más que empujarla para marcar el segundo tanto aurinegro.

Más allá de esa espectacular jugada, ante Liverpool se pudo ver al 10 mucho más activo. De a ratos jugó bastante más retrasado que en otros partidos; donde él se ve más cómodo, trasladando y armando el juego. Remató varias veces de larga distancia complicando al guardameta negriazul e incluso generando el gol de Marcelo Zalayeta.

Peñarol necesita de él, y más ahora en la recta final del Torneo Apertura.