Los protagonistas de las polémicas del clásico fueron premiados con partidos en eliminatorias y Peñarol sigue demostrando su falta de peso en la AUF.

Peñarol cayó en el clásico del Torneo Clausura con un tendencioso arbitraje de Leodan González como juez principal y con Christian Ferreyra en el VAR. El tradicional adversario cortó constantemente el juego del carbonero con falta, algunas no sancionadas y otras groseras cobradas pero sin recibir tarjeta.

Sebastián Coates realizó 4 faltas de amarilla, la primera a los 11 minutos por llegar tarde y entrar duro ante Leo Fernández, la segunda cortando un contraataque por parte de Eduardo Darias, la tercera ya en el segundo tiempo por llegar tarde y golpear a Maximiliano Silvera y por último, falta fuerte en el piso a Gastón Ramírez sin pelota, incluso en esta oportunidad ni siquiera se sancionó la infracción. Pese a la reiteración y fuerza en las faltas, no fue amonestado.

Otros 2 jugadores que realizaron reiteración de faltas fueron Castro, que cortó 2 ataques de manera clara y Sanabria, que llegó a las 5 infracciones sin recibir tarjeta. El árbitro colaboró en el juego del equipo locatario inclinando la cancha y permitiendo cortar el juego. ¡Ningún jugador de Nacional fue amonestado durante el partido!

Detalles de varias acciones «polémicas»:

Sin embargo, la polémica más grosera de la tarde fue la roja perdonada a Báez luego de meterle un planchazo a Cabrera en el cierre del primer tiempo. El árbitro estaba cerca de la jugada y la apreció en cancha, lo mismo el línea y por supuesto, desde el VAR Christian Ferreyra pudo apreciar todo con varias cámaras y tomas diferentes. No se sancionó falta, se le perdonó la tarjeta roja e incluso la amonestación, absolutamente toda la terna arbitral dejó pasar una clara tarjeta roja en un clásico que dejaba al local con un hombre de menos para todo el complemento.

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Lo cierto es que se midió con diferente vara las incidencias de juego y el árbitro le tuvo demasiada paciencia a los jugadores albos, como si fuera un compañero de equipo, mientras que a los carboneros no les tuvo piedad a la hora de sancionar y amonestar. Además de que la tarjeta roja perdonada y todas las divididas sancionadas a favor del mismo equipo condicionaron en el humor del equipo, que si bien no logró un buen juego, ni planteo e incluso pecó de falta de actitud, debió jugar contra más de 11 jugadores.

Incluso como curiosidad, en la previa del partido, Christian Ferreyra (a cargo del VAR) saludó a Diego Polenta, capitán rival que caminó por la puerta del vestuario de los árbitros, y le dialogó que esté tranquilo.

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Por si fuera poco y hablando más allá de lo deportivo, sobre el final del encuentro la hinchada local comenzó a arrojar bengalas y bombas de estruendo a la cancha, aturdiendo a 2 de sus propios jugadores que cayeron al suelo, y la decisión del árbitro fue simplemente parar el partido unos minutos y advertir a los parciales, en 2 oportunidades sin pasar a una medida mayor.

El mismo árbitro en 2022 suspendió el encuentro entre Peñarol y Boston River en el Parque Viera por la supuesta presencia de un arma en la tribuna en la que se encontraba la parcialidad carbonera, lo cierto es que la presciencia del arma nunca se constató pero de igual manera Leodán suspendió el encuentro dándole el partido perdido a Peñarol y se analizó quitarle un punto al aurinegro en la Tabla Anual, algo que finalmente no ocurrió porque ese punto no influía en nada. Pero en esta oportunidad y viendo los incidentes frente a sus ojos, dejó pasar el tema y priorizó el partido por sobre la integridad física de los jugadores.

En 2016, Leodán suspendió el clásico del Campeonato Uruguayo Especial debido a incidentes en la Tribuna Ámsterdam en la previa del cotejo. En aquella oportunidad la hinchada de Peñarol sufrió maltrato policial que culminó en una represión y en dicha ocasión al juez no le tembló el pulso para suspender el encuentro. Parecería que la decisión de Leodán depende del color de la camiseta.

Peñarol tomó el tema arbitral como principal en el Consejo Directivo posterior a la derrota clásica y solicitó en una carta realizada a Ignacio Alonso (presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol) que se revisen los errores de los últimos encuentros, revisión del procedimiento del VAR, trasparencia en la designación de los árbitros y que se den sanciones ejemplares cuando se comprueben errores arbitrales.

Además, representantes de Peñarol se reunirán tanto con Ignacio Alonso como con el colegio de árbitros para presentar sus quejar y buscar soluciones de aquí en más.

Un día después de hacer pública la carta a Ignacio Alonso y la reunión con el colegio, ambos protagonistas arbitrales del partido clásico fueron designados para actuar en partidos de eliminatorias. Estos partidos son los de mayor rédito económico a los que puede aspirar un juez uruguayo en estas fechas.

Christian Ferreyra será el arbitro VAR de Venezuela – Argentina (fecha 9 Eliminatorias Sudamericanas).

Leodán González será el árbitro VAR de Brasil – Perú (fecha 10 Eliminatorias Sudamericanas).

Más que de haber sido advertidos e incluso de manejarse castigos, parece que fueron premiados por su actuación en el partido clásico.

Peñarol viene siendo perjudicado por el arbitraje, en las últimas 2 fechas perdió 5 unidades. En primera instancia ante Racing, con un gol anulado por posición adelantada en la que nunca queda claro que el jugador aurinegro está por delante de la línea de la pelota y luego por un penal no sancionado por una falta a Cabrera en la que en el VAR dice que “no existe contacto”, cuando el atacante es claramente derribado, y luego en el clásico con un arbitraje más que tendencioso.

Viendo lo que fueron los últimos campeonatos, teniendo el recuerdo del Uruguayo 2021 aún bastante fresco, sin estar Peñarol representado en el ejecutivo de la AUF y con la actual guerra política, es difícil pensar que no continuarán los errores arbitrales a favor y en contra de los mismos equipos, tal como viene ocurriendo.

Para la próxima fecha ante Deportivo Maldonado, al carbonero lo arbitrará Javier Burgos, recordado por reiterados errores que perjudicaron a Peñarol, como el penal inventado a favor de Sud América sobre la hora para igualar el encuentro, o la clara mano no sancionada dentro del área frente a Progreso en un partido que culminó en empate o recientemente, la amarilla sancionada a Washington Aguerre por dominar el balón durante un partido y posterior expulsión a Javier Méndez sin explicación racional. Por su parte, Nacional contará con la participación de Andrés Cunha en el VAR en su partido ante Cerro Largo en Melo, uno de los mayores referentes de la institución alba en los últimos años.

El mencionado partido entre Nacional y Cerro Largo se iba a disputar en primera instancia el día sábado, pero finalmente se jugará el domingo a pedido de Nacional y sin que pudiera tener voz y voto Cerro Largo. El presidente Arachán, Ernesto Dehl, dialogó en “Quiero Fútbol” de Sport 890 sobre la fijación y sostuvo: “Hay clubes que tienen beneficios. El circo tiene que seguir y los payasos tenemos que seguir divirtiendo a la gente. Están destrozando el fútbol”.

Entre los 2 equipos grandes del fútbol uruguayo se ve una diferencia muy importante de peso a la hora de tomar decisiones, Peñarol no puede siquiera tener representación en el ejecutivo mientras que Nacional maneja los horarios y fechas de encuentros a su antojo.

No sirven los estados de WhatApps, ni los comentarios en Twitter ni intentar chicanear en los medios de comunicación, hoy Peñarol está siendo perjudicado y no se está dando la talla a la hora de defenderlo. Los partidos y los campeonatos también se ganan afuera de la cancha.

Franco Trucce
@FTrucce18