Gastón Guruceaga (2): Sin cometer errores groseros en ninguno de los goles, en la Copa Libertadores se precisa que el golero te salve en situaciones límite. Ayer cada pelota que fue al arco, fue gol; y se lo notó muy nervioso. Hace rato está la sensación de que cualquier penal en contra de Peñarol, es gol. A favor de él, ayer se perdía con cualquier golero.

Alex Silva (0): Como para no jugar nunca más. Responsabilidad directa en los 3 primeros goles que fueron los que desvirtuaron por completo el partido. Una falta de actitud y de atención alarmante, que ya había demostrado en el semestre anterior. Había perdido la titularidad justificadamente y la recuperó sin hacer ningún mérito. Error del DT.

Iván Villalba (3): Mal partido. Su mejor aporte fue la avivada en el segundo tiempo que generó la expulsión del rival.

Ramón Arias (2): Flojísimo. Perdió siempre.

Lucas Hernández (4): El más rescatable de la línea de 4. Jugó mal, pero siempre estuvo metido en el partido y las luchó todas.

Guzmán Pereira (3): Nefasta noche. La primera media hora de partido fue escandaloso cómo le dio todas las pelotas a los rivales, luego se acomodó un poco.

Tomás Costa (1): Tristísima actuación, bien reemplazado. Demostró porque hace tiempo que es suplente. Con la inactividad que arrastraba, no se entiende por qué se le dio la responsabilidad de armar el juego del equipo en un partido tan importante.

Nahitan Nandez (5): De los pocos que al menos mostró vergüenza deportiva, sin tener un buen rendimiento. Sabía qué torneo se estaba jugando y qué camiseta estaba vistiendo.

Cristian Rodríguez (2): El jugador invisible. Cuando salió de la cancha nos enteramos que había entrado a jugar el segundo tiempo. Decepcionante.

Gastón Rodríguez (6): Nos puso en partido con dos buenas definiciones. Nada para reprochar.

Junior Arias (2): Desganado y errático. Noche para el olvido.

Ingresaron:

Nicolás Dibble (3): Las busca todas, pero es increíble lo mal que resuelve, tanto en ataque como en defensa. El cuarto gol llega tras una falta innecesaria cometida por él, y tuvo varias iguales con el rival acordonado que denotan una falta de razonamiento tremenda. Es adicto a chocarse con los jugadores rivales.

Martín Boselli (0): Una falta de respeto a la historia, a la camiseta y a la hinchada de Peñarol. Ni siquiera se lo notó afligido al salir. Deben pedirle disculpas a la gente él, el técnico que lo puso y el presidente que lo trajo como una «apuesta a futuro».

Matías Mier (-): Pocos minutos en cancha