Pese al gran partido y la victoria en el Centenario, Peñarol no pude acceder a la final de la Libertadores. Se terminó el sueño del 2024, pero la ilusión seguirá viva hasta lograr la obsesión de todo el pueblo.

El padre y decano del fútbol uruguayo recibió a Botafogo en el mítico Estadio Centenario por la vuelta de la semifinal de la Copa Libertadores2024.

Era muy difícil revertir el marcador luego de la derrota sufrida en Río de Janeiro, donde Peñarol cayó 5 a 0 por unos fatídicos 28 minutos en los que se vino abajo lo hecho en el primer tiempo.

De igual manera el equipo debía irse con la frente en alto por la gran Copa realizada y así fue. Las tribunas del Centenario se colmaron como hacía tiempo no ocurría y el equipo se comprometió con la causa. Por el resultado de la ida era muy difícil, aún así luchamos todos juntos hasta el final y nos llegamos a ilusionar con lo imposible.

Peñarol ganó 3 a 1 con 2 golazos de Jaime Báez y el tercero por parte de Facundo Batista instantes después del descuento visitante. Existieron más oportunidades de convertir que lamentablemente no se concretaron, pero que exista viva la ilusión real de dar vuelta un 5 a 0 en la llave demuestra lo que fue el empuje y adhesión del carbonero, dentro y fuera de la cancha.

Una gran Libertadores por parte de Peñarol, superó la fase de grupos, espina que tenía por no poder hacerlo desde hace 13 años, logró superar a un rival con altura, otros de los fatídicos antecedentes del mirasol, sumó 7 victorias ganándole a 6 rivales distintos, entre ellos a 3 rivales brasileños dejando afuera al Flamengo con victoria en el Maracaná y venciendo a los 2 equipos que serán finalistas de la Copa.

Se terminó el sueño de conquistarla en 2024, pero la ilusión permanecerá hasta conseguirla, y no vamos a parar hasta entonces, porque es la obsesión de toda nuestra vida.